¿Como se espera que la mujer no sea tratada como un "objeto sexual y un bien de consumo" si somos las mismas mujeres quienes nos prestamos a la denigración y la explotación sexual mediática, alabando esas figuras de curvas perfectas y postizas y adoptando esas mujeres como modelo a seguir?
El bombardeo publicitario que dia a dia inunda la población y que presenta a la mujer como un ser que sólo se preocupa por ser delgada y bella, o que la pone en situaciones donde su único y más importante rol es ser madre y cuidar de la casa es algo lamentable. El estereotipo de la figura femenina esclavizada a productos de belleza que la convierten en una diosa de cuerpo perfecto y cuyo deber es complacer al hombre nos ataca por todos lados: la televisión, la radio, la internet, e.t.c. y lo peor es que esta imagen no ha cambiado en los últimos años; por el contrario, se ha intensificado. Los medios se han encargado de inculcarle a la mujer de hoy estos ideales no sólo con anuncios, sino que también se valen de amenazas: si no encajas dentro de este perfil, no eres parte de la sociedad. La mujer en un rol de poder no vende, lo que vende es la figura femenina abnegada que debe manejar las tareas del hogar y además lucir como las modelos de playboy. Es por ello que la igualdad de género no progresa y la mujer trabajadora, independiente y poderosa es reducida a meros deseos de ser una muñequita de plástico a disposición del hombre; el cambio cultural en lugar de avanzar, experimenta severos retrocesos que sitúan a la mujer de regreso a la Edad Media.